11/1/13

Postrada


Cuando la tarde triste te dé la espalda
En los brazos del horizonte, sollozada
Esconda tu rostro como niña avergonzada
Y el sol casi resplandeciente, casi opaco
Te traiga la noche entumecida y arrastrada
Pues no quiere verla ante tu belleza de atardecer
Tan humillada.

Cantarás de alegría, también de tristeza
Oirás detrás de ti coros de voces
Cantos de aves con su melodía desnuda
¡No estás loca! Estás cuerda y desesperada
Por tener aliento ajeno que te traiga recuerdo
Que te traiga serenata que con estruendo
Que retumben tus tímpanos de acero y carne
Y hagan brotar más lágrimas y callar tu risa
 Antes que el deseo te desarme.

¿Qué haces ahí tirada con tanta belleza?
Desnutrida por la tarde que azota tu rostro
Con el viento formando torbellinos en tu pelo
Que de vez en cuando ondea sobre tu cuello
Formando una manta negra libre sobre ti
Cierra tus párpados con gran hermetismo
Y finges en tu alma un dormir plácido y profundo
Como si quisieras enseñarles al mundo
Que tu sufrir está guardado
Bien oculto.

Tu mente estremece la silueta de tu cuerpo
Un escalofrío rueda sobre ti y levanta tus pelos
Estrujas el polvo que viaja suelto por el aire
Y de repente para tu respirar a ver si mueres
Pero las olas te despiertan con su hablar tosco
Porque el mar te llama para lavar tu llanto
Para lavar tus labios con su agua color rubí
Pues al mirarte desconsolada
El también sufre por ti.

No podrás detener la tarde ni el rugir del ocaso
Para quedarte sola y postrada en el horizonte
Entre tu amor perdido y la terquedad de la noche
Derramando lágrimas y fingiendo una sonrisa
Que esconde muy aprisa cuando llega el recuerdo
Del amor que te tiene con deseo, con rabia
Del amor que te tiene confundida y desesperada
Del amor que por su ida irreversible
Te tiene ahí en el horizonte, postrada. 

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